Unidad "Ferrocarril" PDMU Jalisco: agosto 2010

El título del presente artículo parafrasea un dicho que a sido transmitido desde tiempo ancestrales por los soldados; batallas, campañas e incluso reinos se han perdido por la falta de agua, el otrora imperio de Mesopotamia sucumbió ante los persas cuando estos desviaron el río que surtía su capital de este vital líquido, el principal problema de los británicos en el siglo XVIII y XIX para sofocar las diferentes rebeliones de los mamelucos era que estos envenenaban los pozos, los españoles nunca pudieron consolidar su poder en la Baja California por la falta de agua y así hay un sin número de ejemplos a travez de la historia.

Entrando en tema es importante recordar que el 60% de nuestro peso corporal es agua (también es importante saber que en los niños el porcentaje es mayor) del cual el 40% esta dentro de la células de nuestro cuerpo y el 20% restante se divide a su vez en un 8% en la sangre (eritrocitos y plasma) y 12% en el espacio intercelular. Lo anterior suele ser diferente de individuo a individuo según la edad, el sexo y el peso corporal (a mas grasa menos agua) así como factores ambientales como el clima, la actividad física o las costumbres.

Normalmente nuestro cuerpo guarda un equilibrio en todos los sentidos, esto también es cierto para el agua, al haber un déficit del 1% de agua se despierta el reflejo de la sed, al ser este del 2-3% sentimos una imperiosa necesidad de ingerir líquidos, sin embargo si la perdida de líquidos se prolonga y no lo reponemos con una mayor ingesta este llegara al 5% en este momento técnicamente se puede decir que nos encontramos ante una deshidratación leve la cual debe ser tratado con suero oral a libre demanda o de manera pasiva, si lo anterior no se corrige, es posible que el déficit siga aumentando y llegue a entre un 6 y un 10% considerándose entonces con una deshidratación moderada la cual dependiendo de la posibilidad del individuo de ingerir líquidos será tratada por la vía oral o con líquidos intravenosos, si la pérdida supera el 10% el tratamiento con líquidos intravenosos debe ser agresivo de preferencia en un ambiente hospitalario o pre-hospitalario debido a que un estado tan avanzado de deshidratación merma de manera importante el volumen sanguíneo produciendo un estado de shock (estado en el cual el oxigeno/sangre no llega de manera adecuada a los tejidos, ejem. el cerebro y el corazón) lo cual es una verdadera urgencia médica.

Revisando el párrafo anterior podemos inferir que la frase “me muero de sed” bien puede ser tomada literalmente, sin embargo todo lo anterior se puede evitar con una ingesta adecuada de agua, y en su defecto un reconocimiento oportuno de la deshidratación la cual se caracteriza por sed, micciones poco frecuentes (incluso ardorosas), sequedad de piel y boca, fatiga, vértigo o mareo y/o aumento en la frecuencia cardiaca y respiratoria. Un reconocimiento oportuno permite tomar decisiones con prontitud para evitar un daño mayor, como sería la ingesta de agua o suero, y así mejorar la calidad y la moral de nuestros elementos.

Un comandante siempre debe de asegurarse, en la medida de lo posible, del bienestar de su personal por lo que una buena medida al planear las diferentes actividades propias de su unidad debe de asegurarse de contar suficiente agua y que esta sea ingerida con regularidad (sin caer en los excesos; también existe la intoxicación por agua) por el personal a su cargo.

Sub-Oficial Bernardo Loose Rojo

(15B0020600)

XII Unidad “Ferrocarril”

PD: Espero que esta información les sea de utilidad. Dudas, comentarios o preguntas por este medio o a mi correo personal; bernardo.loose@hotmail.com